El gestor de fondos externos respaldado por Charlie Munger, de Berkshire Hathaway, Li Lu, no se anda con rodeos al afirmar: "El mayor riesgo de una inversión no es la volatilidad de los precios, sino sufrir una pérdida permanente de capital". Cuando pensamos en lo arriesgada que es una empresa, siempre nos gusta fijarnos en su uso de la deuda, ya que una sobrecarga de deuda puede llevar a la ruina. Como muchas otras empresas, Kinder Morgan, Inc.(NYSE:KMI) recurre a la deuda. Pero la verdadera pregunta es si esta deuda hace que la empresa sea arriesgada.
¿Por qué la deuda conlleva riesgos?
La deuda es una herramienta para ayudar a las empresas a crecer, pero si una empresa es incapaz de pagar a sus prestamistas, entonces existe a su merced. En última instancia, si la empresa no puede cumplir sus obligaciones legales de reembolso de la deuda, los accionistas podrían quedarse sin nada. Sin embargo, un escenario más común (pero aún doloroso) es que tenga que captar nuevo capital propio a bajo precio, diluyendo así permanentemente a los accionistas. Dicho esto, la situación más común es aquella en la que una empresa gestiona su deuda razonablemente bien, y en su propio beneficio. Lo primero que hay que hacer al considerar el nivel de endeudamiento de una empresa es analizar conjuntamente su tesorería y su deuda.
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¿Cuál es la deuda neta de Kinder Morgan?
Como puede ver a continuación, Kinder Morgan tenía 32.000 millones de dólares de deuda, a junio de 2024, que es más o menos lo mismo que el año anterior. Puede hacer clic en el gráfico para obtener más detalles. La deuda neta es más o menos la misma, ya que no tiene mucho efectivo.
Un vistazo al pasivo de Kinder Morgan
Los últimos datos del balance muestran que Kinder Morgan tenía obligaciones por valor de 5.960 millones de dólares que vencían dentro de un año, y obligaciones por valor de 33.100 millones de dólares que vencían después. Como contrapartida, dispone de una tesorería de 122 millones de dólares y de créditos por valor de 1.290 millones de dólares con vencimiento a 12 meses. Así pues, el pasivo de la empresa supera en 37.600 millones de dólares la suma del efectivo y los créditos a corto plazo.
Este déficit es considerable en relación con su importante capitalización bursátil de 46.900 millones de dólares, por lo que sugiere que los accionistas deberían vigilar el uso de la deuda por parte de Kinder Morgan. En caso de que sus prestamistas le exijan apuntalar el balance, es probable que los accionistas se enfrenten a una fuerte dilución.
Medimos la carga de la deuda de una empresa en relación con su capacidad de generar beneficios examinando su deuda neta dividida por sus beneficios antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA) y calculando con qué facilidad sus beneficios antes de intereses e impuestos (EBIT) cubren sus gastos por intereses (cobertura de intereses). Así pues, consideramos la deuda en relación con los beneficios tanto con gastos de depreciación y amortización como sin ellos.
Aunque no nos preocuparía el ratio deuda neta/EBITDA de Kinder Morgan, de 4,9 veces, creemos que su cobertura de intereses superbaja, de 2,3 veces, es señal de un elevado apalancamiento. Parece claro que, últimamente, el coste de los préstamos está repercutiendo negativamente en la rentabilidad para los accionistas. En particular, el EBIT de Kinder Morgan fue bastante plano en el último año, lo que no es ideal dada la carga de la deuda. No hay duda de que lo que más nos dice sobre la deuda es el balance. Pero son los beneficios futuros, más que nada, los que determinarán la capacidad de Kinder Morgan para mantener un balance saneado en el futuro. Así que si te centras en el futuro, puedes consultar este informe gratuito que muestra las previsiones de beneficios de los analistas.
Por último, aunque el fisco adore los beneficios contables, los prestamistas sólo aceptan dinero en efectivo. Así que merece la pena comprobar qué parte de ese EBIT está respaldado por el flujo de caja libre. En los tres últimos años, Kinder Morgan ha generado un flujo de caja libre equivalente al 56% de su EBIT, más o menos lo que cabría esperar. Esta liquidez significa que puede reducir su deuda cuando lo desee.
Nuestra opinión
Para ser francos, tanto la cobertura de intereses de Kinder Morgan como su historial de gestión de su deuda, basada en su EBITDA, nos hacen sentir bastante incómodos con sus niveles de endeudamiento. Pero por el lado positivo, su conversión de EBIT a flujo de caja libre es una buena señal, y nos hace ser más optimistas. Una vez que consideramos todos los factores anteriores, en conjunto, nos parece que la deuda de Kinder Morgan la hace un poco arriesgada. Eso no es necesariamente malo, pero en general nos sentiríamos más cómodos con menos apalancamiento. El balance es claramente el área en la que hay que centrarse cuando se analiza la deuda. Sin embargo, no todo el riesgo de inversión reside en el balance, ni mucho menos. Hemos identificado 3 señales de advertencia en Kinder Morgan (al menos 2 de ellas potencialmente graves) , y comprenderlas debería formar parte de su proceso de inversión.
A fin de cuentas, a menudo es mejor centrarse en empresas libres de deuda neta. Puede acceder a nuestra lista especial de tales empresas (todas con un historial de crecimiento de beneficios). Es gratis.
La valoración es compleja, pero estamos aquí para simplificarla.
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